"Tal vez el Edén, como lo quieren por ahí, sea la proyección mitopoyética de los buenos ratos fetales que perviven en el inconsciente. " Así habló Cortázar.

02 junio 2017

No fue feliz, ALD vs IND (fecha 26, Torneo Argentino)


Si el cabezazo del Puma a los tres minutos de juego en el José María Minella hubiera sido más esquinado, muy probablemente hoy estaríamos hablando de la goleada que Independiente le propinó a Aldosivi. Recordemos Paraná: Rigoni define al minuto cuatro de juego la primera chance roja de la tarde y lo demás sólo fue ser contundente. En este caso, Aldosivi habría tenido que salir a buscar dejando espacios a, tal vez, el equipo que mejor juega de contra en Argentina. El Tiburón se habría visto obligado a desactivar ese cerrojo (una línea de cuatro y otra de cinco hombres en los primeros veinte metros de su campo) dispuesta para nublar las ideas de los cuatro ofensivos de Holan que, ante la presión asfixiante que le proponía el equipo marplatense, debían jugar hacia atrás y volver a intentar, siempre sin suerte. Pero ése gol de Giglioti no fue gol, así es que no sirve de nada seguir hablando en potencial. 

Independiente no pudo doblegar a Aldosivi en Mar del Plata y dejó pasar así una buena chance para acercarse al objetivo de clasificar a la Libertadores y, sobre todo, de descontarle más puntos a Boca, que empataría al día siguiente con Huracán.

En la primera media hora de partido Aldosivi hizo un esfuerzo extremo y sometió al Rojo a una presión feroz, saliendo de contragolpe cuando recuperaba la pelota y poniendo mucha gente en ataque. De hecho, la única de riesgo real que tuvo Independiente fue esa del Puma del comienzo y las más claras de la primera parte fueron de los de Walter Perazzo. Pero esa intensidad le duró treinta minutos al local, después, y desde allí hasta que acabó el partido sólo se dedicó a frenar al visitante con nueve de sus diez jugadores de campo. Lo que coloquialmente se conoce como “poner el micro debajo del arco”. Sin embargo, la más clara del segundo tiempo (y de todo el partido) fue un cabezazo de Miracco en el travesaño de Campaña. Aunque, hay que decirlo, la jugada derivó de una falta clara no cobrada en perjuicio de Nery. El arbitraje de Pitana, de quien dicen es el mejor árbitro del mundo, fue bastante malo: otras dos expulsiones no sancionadas a rivales de Independiente (Medina y Yeri), y ya van unas cuantas sólo contando el ciclo Holan. 


Hubo pocos puntos altos en Independiente. Nery hizo un buen partido, debió jugar de Toro (a quien Holan cuidó para que no se perdiera el cruce con Boca), es decir un poco más atrás, más de tapón, más entre los centrales de como lo hace normalmente, y lo hizo bien. Mesa, en cambio, que tuvo que jugar de Nery, estuvo incómodo todo el partido. La defensa (que volvió a su formación original) tuvo un buen desempeño. A veces dejamos de reconocerlo porque nos olvidamos muy rápido de los problemas constantes que la defensa de Independiente tuvo en los últimos años. De los de arriba: Benitez fue el que más intentó y Rigoni aportó un poquito en el segundo tiempo. El Pibe tuvo una mala noche, no estuvo preciso con la pelota y, en definitiva, le faltó lo que a todo el equipo, como bien dijo Ariel Holan una vez terminado el partido: claridad, fantasía y frescura. 

Fue una lástima, la verdad, porque era una buena chance de acortar diferencias con los de arriba, pero no se pudo. Independiente, desde que logró cierta regularidad en el juego, una identidad y, sobre todo, ese poderío ofensivo, debe acostumbrarse a que los rivales le jueguen así como le jugó Aldosivi. Por un lado, el Rojo tendrá que buscar nuevas formas de llegar al arco contrario y por el otro es un reconocimiento de parte de los rivales hacia Independiente porque le juegan como lo que verdaderamente es: un equipo grande.

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