Si Nike es la cultura

Hubo un tiempo en que el Marketing me pareció interesante, de hecho empecé a estudiarlo y podría decir que llegó a apasionarme. Las 4 P, las formas de llegar a la gente, mecanismos para inducir conductas de compra. Para colmo de bienes en ese momento también trabajaba en el departamento de Marketing de una tarjeta de crédito, por lo que lo que aprendía en la facultad, lo aprehendía y después lo aplicaba en mi trabajo diario. Los buenos resultados y sobre todo esta cuestión de aplicación práctica inmediata, que contrastaba con la masa teórica que recibí años antes en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA casi sin la posibilidad (a mi entender en ese momento) de aplicación pragmática en mi trabajo, me entusiasmaba mucho.

Tiempo después tuve que abandonar la carrera de Marketing y con el correr de los años descubrí que todos esos conocimientos teóricos adquiridos en la UBA iban a ser de mucha utilidad para mí, me habían enriquecido de forma menos palpable, más profundamente.
No obstante en mis años de Marketing ya empecé a descubrir cierta zona oscura de esta disciplina, lo mismo me sucedía con la Publicidad. En mis clases notaba la carencia de formación ética, la casi ausencia de colchones morales para los estudiantes que años después dirigirían campañas para grandes compañías. Claro, los mercados son salvajes, entonces para triunfar hay que seguir las leyes de la selva que en muchas ocaciones son justamente la ausencia de normas. El fin manda, los medios no importan.
Por eso es que muy a menudo vemos publicidades que si bien son excelentes, que aunque forman parte de campañas de resultados impecables, lo cierto es que hacen agua, forman mares inescrupulosos.
En Argentina, por ejemplo, las compañías de telecomunicaciones destinan presupuestos millonarios a sus publicidades, el resultado generalmente son grandes publicidades, muy eficaces, algunas son auténticas obras de arte, y en muchos casos apuntan a la fibra nerviosa del consumidor. El problema es que muchas veces el mensaje es una mentira, y se comprueba así que una mentira eficiente vale más que una gran verdad. Solo por poner un ejemplo:
Telecom, "Embarazo"

Este tipo de publicidades son un gran problema, por lo dicho, porque son un engaño muy bien hecho y por lo tanto son un engaño productivo. Pero hay otro tipo de publicidades que representan un problema peor aún, se trata de publicidades o campañas que representan un engaño y que encima están mal hechas, son malos trabajos que (y aquí radica el real peligro) además tienen éxito. El peligro real, el gran drama es que nosotros, los consumidores, estamos comiendo vidrio pero ni siquiera le exigimos al engañador que se lo curre, los engañadores no se toman el trabajo de moler los vidrios para camuflarlos en la comida que vamos a digerir.


Hace unos meses (tal vez un año) me encontré con este afiche publicitario de Bankia repartido en las calles de Barcelona:



Es decir que en pleno momento de declive de las entidades bancarias, después de bien explotada la burbuja inmobiliaria, la Banca salía a la calle a invitar a los de a pie, a los "curritos" (el tipo de la foto tiene toda la pinta de representar a un cocinero, bueno a un cocinero que ahora es banquero, de ahí su cara de inmensa satisfacción) a hacerse Bankeros.

Este otro afiche de Bankia también inundaba las calles barcelonesas:

No hace falta decir que muchos de nosotros nos hicimos Bankeros, tampoco hace falta contar como les fue a los nuevos accionistas. Sí tal vez cabe aclarar que el peligro del que hablaba, el riesgo, lo corrían solo los nuevos Bankeros, porque lo que se refiere a los auténticos Banqueros, a los de la vieja guardia, ellos no lo corrieron, ellos fueron salvados por una gran ley muy corriente en estos días: para las entidades financieras el beneficio se privatiza, la deuda se socializa, muy bien.


Un último ejemplo es una gran cartel que se erige frente a la Plaça Catalunya, que es una plaza en donde hace casi exactamente un año se comenzó a encumbrar un grito homogéneo de Indignación, en ese mismo cemento hace poco menos de un año corrió sangre, sangre de golpes impunes, sangre de balas de goma posteriormente legitimadas, sangre de gente que se manifestaba pacificamente gozando de un derecho que posteriormente fue aniquilado, recortado, arrebatado, el cartelón que pinta una de las "paredes" de la plaza es este:

El afiche es de la firma Ray-Ban, los prestigiosos anteojos para sol.


A través del Marketing y la Publicidad se pueden transmitir ideas, gracias a estas disciplinas se puede llegar a muchos hogares, a millones de oídos y ojos. Una idea puede ser que mientras se viva en democracia todo dependa de la elección de la mayoría. Para elegir bien está bueno absorber lo máximo que se pueda de culturas, de Cultura.
Pero, si Nike es la cultura...